Perfil personal en la red

A medida que la tecnología se desarrolla, crece e innova lo hacen también los usuarios, las masas y los diferentes modelos de producción, distribución y formas de compartir contenidos e información. El término ‘tecnología’ es algo ambiguo cuando se analiza de manera individual, así que para ser más precisos se va a tomar desde el punto de vista de internet, de los dispositivos capaces de crear interacción con este y de algunos cambios que se han creado en los modelos de comunicación.

Manuel Castells menciona en el texto “La comunicación en la era digital” tres modelos diferentes de comunicación la comunicación interpersonal, la comunicación de masas y la autocomunicación de masa.

La primera se caracteriza por ser de uno a uno, existe retroalimentación entre el emisor y el receptor y tiende a ser interactiva. La segunda es más unidireccional, un mensaje que se lleva a través de un medio (televisión, radio, prensa libro) con la característica de que también puede llegar a ser interactiva, esto sucede en el momento en el que el público genera una respuesta esta puede ser por medio de llamadas o escritos a emisoras y programas.

Y la tercera se da en el momento en el que una persona es receptor y emisor al tiempo, la información que este genera puede volverse viral sin necesidad de tener prestigio o estar cualificado, esto haciendo una entrada en un blog, publicando un tweet o subiendo un video en Youtube. Lo histórico está en la convergencia de estos tres modelos de comunicación gracias a los avances de Internet.

Al cambiar la forma de comunicarse, se genera también un cambio en las dinámicas de poder, en la interacción social y en el modelo económico. Siguiendo con Castells este afirma, que son las masas, los usuarios quienes autentican la innovación tecnológica, los que legitiman los avances e inventos llevando así a que ya sea consiente o inconsciente estos hagan parte y apoyen los nuevos modelos de producción y distribución que este genera. Llegando también al punto en el que se cambia el pensar, se pasa de estudiar el impacto que hace la tecnología en nosotros a cómo nosotros usamos la tecnología (CASTELLS, M. 2009).

Las redes sociales se han convertido para algunas personas en herramientas necesarias e indispensables para comunicarse, generar contenido y para algunos usuarios se han convertido es la única fuente de información a la que tienen acceso, y es cuando la totalidad de internet se resume solamente en ellas. Las relaciones sociales que se hacen por medio del uso de estas plataformas son cada vez más fuertes e importantes en la vida de los usuarios y son aparatos que reúnen los tres modelos de comunicación anteriormente mencionados.

Registrarse a plataformas y hacer uso de servidores como: Instagram, Facebook, Twitter, Google, Youtube, etc. No tienen ningún costo y sólo se necesita conexión a internet y un dispositivo que cuente con las características necesarias para poder acceder, sea o no portátil. Es más, muchos proveedores de servicios en los planes de datos móviles los ofrecen de manera gratuita, pero ¿Por qué? ¿Qué estamos pagando a cambio?

Como dice un dicho por ahí “De eso tan bueno no dan tanto”, sucede que el proveedor de servicios de internet tiene acceso a todos los datos dados de forma voluntaria o a los que son arrojados por unos algoritmos usados en diferentes plataformas que, de acuerdo a los contactos, amigos, ubicaciones compartidas, búsquedas, publicaciones a las que se le ha dado me gusta, tipo de personas seguidas, lo que comparto, entre otros. Generan un perfil y una gran cantidad de información sobre la persona, incluso a veces dicen más que un espionaje de llamadas o conversaciones. A estos datos se les conocen como Metadatos. PEÑA OCHOA, P. (2013).

Para tener más claro el concepto se recomienda mirar el siguiente video.

Recapitulando un poco, resulta que estos servidores y redes sociales no son tan inocentes y gratuitos como parecen. Lo que sucede es que cada usuario provee cantidad de información cuando hace uso de ellas y es esa información la que financia la inversión que se hace al ofrecer el servicio cuando es vendida con fines de mercadeo. Gracias a esto se forma un perfil de usuario y así es más fácil saber qué tipo de publicidad va a ser más efectiva y cual no, asegurando así un mayor efecto e impacto en hacer no sólo consumidores de las plataformas sino también de los productos o servicios allí promocionados.

Otro sector que también ha cambiado sus formas de producción y distribución ha sido la industria de la música. Con los avances tecnológicos actuales los discos en acetato o CD’s que era la forma por excelencia en la comercialización de la música y la única manera de relación entre productor y consumidor perdió el papel y la importancia que tenían hace algunos años atrás. Hoy la industria musical juega, por así decirlo, de la mano de las plataformas y servidores anteriormente mencionados. De acuerdo a las canciones que el usuario consuma, ya sea de manera paga o no, también existen en las plataformas prestadoras del servicio algoritmos que hacen más fácil la comercialización y venta de este por medio de la segmentación de públicos. (Anuario AC/E 2017 de cultura digital.)

“El mercado de la música en digital. No se trata de transformación digital, sino de transformación cultural” En: Anuario AC/E 2017 de cultura digital. Madrid: Acción Cultural Española.

CASTELLS, M. (ed.) (2009). “La comunicación en la era digital” en: Comunicación y Poder. Madrid. Alianza Editorial.

PEÑA OCHOA, P. (2013). ¿Cómo funciona Internet? Nodos críticos desde una perspectiva de derechos. Guía para periodistas. Santiago de Chile: ONG Derechos Digitales.

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